The New York Times

25 de noviembre de 2010

El Sr. Feinberg y el derrame

Kenneth Feinberg ha hecho avances sólidamente como administrador del fondo de $20 mil millones de dólares que ofrece BP como compensación a las víctimas del derrame de petróleo en el golfo. El martes fue la fecha límite para presentar reclamaciones por pagos de emergencia equivalentes a seis meses de ingresos perdidos. El Sr. Feinberg calcula que ha repartido mas de $2.2 mil millones de dólares a aproximadamente 150,000 personas y empresas de un total de más de 400,000 reclamaciones. Ésta es una gran mejoría comparada con la administración tacaña de BP que reemplazó.

El Sr. Feinberg y su equipo han rechazado cerca de 60,000 reclamaciones, las demás están pendientes o esperando documentos adicionales. El Departamento de justicia le ha pedido que acelere el paso, y él acepta que necesita explicar mejor sus decisiones.

Dice que ha recibido más apoyo de lo que esperaba de parte de los abogados litigantes (el fondo está diseñado para suplir muchas demandas legales individuales) y de la mayoría de los políticos de los estados del golfo. Las excepciones son el gobernador saliente de Alabama, Bob Riley, quien ha llamado el programa del Sr. Feinberg "extorsión" y el procurador general estatal saliente, Troy King, quien ha emitido una "alerta al consumidor" advirtiendo que el Sr. Feinberg "trabaja para BP".

Este tipo de grandilocuencia no ayuda a nadie. El Sr. Feinberg ha demostrado a través de años en este tipo de trabajo (él administró el fondo de compensación para las víctimas de 9/11) que no será manipulado o intimidado.

La siguiente fase: asesar los daños a largo plazo para empresas y personas, será aun más retadora. Reclamantes tendrán hasta tres años para presentar su solicitud. Aquellos que reciban pagos finales renuncian a sus derechos a demandar a BP y otros terceros responsables.

Ésto es con el fin de proporcionar una alternativa a demandas individuales dilatadas. Sin embargo, puesto que es posible que los efectos totales del derrame no se conozcan por muchos años, podría ser difícil que los reclamantes o el Sr. Feinberg tomen decisiones más que informadas acerca de lo que sería un pago final justo.

El Sr. Feinberg ya ha estado dispuesto a ajustar las reglas. Ha acordado establecer un proceso de apelaciones y hacer pagos trimestrales provisionales a reclamantes necesitados hasta llegar a una conciliación final. Todas las partes necesitarán mostrar flexibilidad y sentido común similar en los meses y años venideros. Ésto incluye a los políticos también.

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